lunes, 30 de junio de 2014

Intercambio de casas

Hay infinitas formas de viajar. En este blog ya hemos hablado de tendencias novedosas como el coachsurfing, los apartoteles o los viajes de aventura. Ahora te queremos presentar otra tendencia: el intercambio de casas. Hay muchas razones por las que puedes optar por el intercambio de casa como forma de viajar: que te salga más barato viajar que quedarte en casa, el querer sentirte como en tu propia casa, o el querer ser un viajero y no un turista.

El funcionamiento del intercambio de casas es muy simple. Hay diferentes webs en las que te puedes inscribir pagando una pequeña cuota anual que oscila alrededor de los 50 euros. Fotografías tu casa y haces una descripción exhaustiva de ella en tu perfil. Puedes hasta establecer una serie de normas que hay que cumplir como: no fumar, regar las plantas o algunas normas básicas de ese estilo y obviamente, concretar las fechas en las que tu casa está disponible. Una vez que tu propiedad ya es visible en la web, se comienzan a recibir ofertas para hacer intercambios.



 A partir de allí, estudias bien las viviendas que te ofrecen a cambio y sólo te queda decidir qué casa y qué destino te convencen entre los que te han ofrecido. Tú también puedes hacer ofertas a esas casas que te interesan. Es cierto que hay un poco de miedo a la hora de dejar tu casa, con todo lo que hay dentro: tus recuerdos, tu ropa y tus pertenencias a gente que es completamente desconocida, pero todos los que han vivido esta experiencia coinciden en decir que no es para tanto. Tú has dejado tu casa, pero ellos te han dejado la suya.

Hay leyes no escritas que hacen que respetes la propiedad privada de tus “propietarios”, y que respetes su privacidad. Además, antes de emprender el viaje, hay una serie de intercambios de fotos, emails y llamadas telefónicas con la familia con la que vas a hacer el intercambio, por lo que ya los ves como unos amigos cuando llega el momento del viaje. Lo importante es dejar la casa en el mismo estado que la encontraste. Hay también quién cuenta que aprendieron mucho viviendo en otro hogar: en como ordenan la casa, como viven, como gestionan su espacio…siempre hay alguna buena práctica que se puede copiar. No hay garantías por daños en general.

Es una experiencia que puede resultar muy provechosa para ambas partes. Puede salirte más barato viajar dos semanas a Australia que pasar dos semanas en Mallorca. ¿Qué te parece?

1 comentario :

  1. A mí me da un miedo atroz, qué quieres que te diga... Jajajaja. Besotes!!!

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