<h1>Hermanamiento de ciudades </h1>

Cuando viajo en coche y no conduzco yo (lo que pasa a menundo porque a mi marido le gusta conducir siempre a él), me gusta mirar el paisaje y el nombre de las poblaciones por las que vamos pasando.

Me encanta cuando hay un cartel de una ruta turística y se indican los pueblos que pertenecen a ella. Pero de verdad, la indicación que más me interesa es cuando al salir de una población se me encuentro con un panel con el nombre de  las poblaciones con las que está hermanada. Y si encima conozco alguna, salto de alegría.

 

¿Sabeis lo que es el hermanamiento de ciudades?

El hermanamiento de ciudades surgió en Europa posteriormente a la Segunda Guerra Mundial y su objetivo principal era el de estrechar lazos entre los diferentes países del continente y así evitar conflictos internacionales e incluso guerras.

Lo que en un principio fue un proyecto principalmente pacifista, hoy en día tiene un fondo cultural muy importante.  El hermanamiento de ciudades fomenta la unión entre diferentes países, conocerse personal y culturalmente y realizar actividades de intercambio juntos, entre otras cosas. Esta práctica se ha extendido a nivel mundial, aunque en Europa hay mucha más actividad. Hasta tal punto, que hay un departamento y un presupuesto dedicado al Hermanamiento en la Comisión Europea.

Una ciudad puede estar hermanada a más de una ciudad a la vez e incluso a otras ciudades de su propio país. Por ejemplo Almería está hermanada a 18 ciudades diferentes, 3 de ellas españolas. Si quieres saber con quién está hermanada tu ciudad, pincha aquí. Tienes un listado de las ciudades españolas y sus ciudades hermanas.

Mi pequeña pasión por este tema, para que os hagáis una idea, tuvo lugar hace 15 años en Francia. Yo hacía un trabajo de voluntariado en una pequeña ciudad del Languedoc. Una noche, hicimos una cena en nuestro campamento con algunos habitantes de la ciudad y unos visitantes de su ciudad hermana en Rumania. Lo más curioso de todo es que cenamos una paella que hicieron entre todos. En ese momento no deseé otra cosa que participar en una actividad de hermanamiento para poder preparar una sangría.